domingo, 13 de septiembre de 2009
viernes, 11 de septiembre de 2009
Del fantasma
El fantasma se enclava como una estructura trágica del pensamiento, donde todo sucede o es para reforzar la frustración, la violencia, la transgresión originaria. Lo devastador del fantasma es que se trata de una entidad, de un estado, incapaz de mutar: es eterno, siniestro. El fantasma es un ánimo, un ánima que habita en el espíritu de un individuo, de una colectividad, de una época.
La visión tradicional del fantasma conlleva asimismo una lectura determinista de las cosas, en tanto significa una imposibilidad de cumplimiento, se vuelve un carácter, un proceder condicionado que implica la constante repetición de eventos, y, desde ahí, una previsibilidad de los acontecimientos. Lo fatal en un individuo se convierte en lo terrible y el terror para un país.
Su significado, o su falta de significación, implica infantilismo, senilidad o locura. ... Es una palabra que no significa, al carecer de un referente inmediato, pero que contiene una cualidad negativa, denotativa de un estado de precariedad y desequilibrio.
Sin embargo, dentro de esa misma lógica, evoca una nostalgia hasta cierto punto deseada. Su cualidad de deseo reprimido lo vuelve en suma presente. Potente incluso. El fantasma es también el crimen, la ilegalidad, ciertas enfermedades prestigiadas, la invisibilidad social, la muerte en tanto la desposesión de significado convencional. Significa también la posibilidad de no ser, de no tener cuerpo, de no ser nombrado. Es lo “otro”. La posibilidad de ser un “otro” y desde ahí, casi aunque no se quiera, pertenecer a la sociedad, al mundo.
sábado, 15 de agosto de 2009
viernes, 14 de agosto de 2009
jueves, 13 de agosto de 2009
Pieza_13 de agosto de 1521
miércoles, 12 de agosto de 2009
Pieza_signo
martes, 28 de julio de 2009
para alumbre
II
el árbol, pero no la tierra
martes, 30 de junio de 2009
montes al sur
I
estamos cansados del silencio,
de la repetición,
del miedo a la muerte.
habría que desenraizar la mirada,
sacarla de la tierra
y del tiempo.
II
volvemos poco a poco al espacio,
con lentitud, con miedo.
vamos enterrando uno a uno los
incendios.
III
el tiempo no existe,
lo que hay son cuerpos, acontecimientos
actos que cimbran, pensamientos que terminan
en remolinos, terremotos,
en procesos de niebla.
IV
no hay presente, sólo hay esto:
un cuerpo representado por unas palabras
que él mismo escribe
donde estas palabras simbolizan mi ausencia
proyecto sombra como un monte creciendo en la nada.
siembro un lago en la parte más profunda del mundo.
V
en un espacio unos cuerpos se detienen.
se detienen.
la movilidad se condensa,
la luz se desplaza, se transfigura.
crece la humedad de la sombra,
poco a poco se va alzando el otro espacio.
VI
el paisaje fluye como una serie de murmullos,
es un lago subterráneo que se expande.
es una corriente que está ahí.
sombra del agua que alimenta la semilla de
otro mundo.
VII
yo estoy
VIII
-
IX
aquí estoy, escribiendo o
pensando o dibujando o perdiéndome
o caminando o en silencio
como en el adentro del cuerpo
de una mujer.
X
me enfrento al vacío, a mi vaciamiento,
que poco a poco va arrojando las palabras
en un gesto, aun sin quererlo, ceremonioso
me someto entonces a la renuncia
XI
sustraigo las imágenes,
la imagen por pasar,
la que viene.
queda este espacio.
queda este espacio abierto.
XII
sólo queda este movimieto,
este lento estar que es a veces frío,
aquí sólo permanece un unos nombres.
XIII
ensoñación
XIV
y ya está hecho.
el esfuerzo era necesario,
ese querer, ese desplazamiento.
sin saberlo, ya lo habíamos hecho.
XV
lo que está en la tierra es la presencia
de la semilla.
domingo, 23 de noviembre de 2008
Sobre el pintor con suturas
hay una línea que lo divide en dos.
Es una sutura, una herida cosida.
La línea es vertical.
Está coronada por otras dos suturas
que figuran la imagen de una flecha doble.
Hacia abajo apunta a la tierra,
al sexo entumecido por la intervención quirúrgica,
a lo que en el cuerpo se va volviendo negro.
El lado que va hacia la cabeza atraviesa invisiblemente
el pecho hundido, la clavícula asomada,
el rostro desconcertado del animal herido
sábado, 22 de noviembre de 2008
Paisaje Mexicano
después de un recorrido, se acomoda para iniciar otro,
uno que va del pincel del pintor a los ojos
y a la memoria de quien observa.
Llegar a un lienzo
donde el lugar de un país
está ocupado por la muerte.
Llegar a la muerte
como se llega a un país desconocido,
y que al mismo tiempo es cercano,
debido a razones sanguíneas.
La muerte implica
no la ausencia de la sangre,
sino de su flujo.
Desde ese no ir,
no andar, comienza
la inexistencia, también, de un país.
Vacío,
donde los huesos son
la forma desposeída.
Donde el hueso es nada,
o es todo, porque es materia,
y sólo materia.
Materia inanimada, pero presente.
materia que no se mueve,
pero que es movimiento.